Semanas después del anuncio del jefe de Gobierno, Jorge Macri, sobre las reformas en el Autódromo Óscar y Juan Gálvez, los legisladores del bloque Unión por la Patria (UP) de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires elevaron un proyecto de resolución para obtener información detallada sobre el plan de obras. El objetivo principal es disipar las inquietudes sobre las posibles consecuencias para el automovilismo local y la infraestructura histórica del lugar.
El proyecto busca respuestas concretas sobre varios puntos críticos:
Impacto en el kartódromo y circuitos alternativos: Los legisladores quieren saber cómo se verán afectadas las actividades del kartódromo y qué previsiones se han tomado para que las categorías zonales que corren allí puedan continuar. También solicitan información sobre el futuro de los circuitos alternativos del autódromo.
Demolición de estructuras: Una de las mayores preocupaciones es la posible demolición de edificios actuales, en particular el Centro de Alto Rendimiento y tribunas históricas como la del “Curvón”. El bloque de UP argumenta que esto podría causar un “daño irreparable” a la identidad cultural del automovilismo porteño.
Homologación y contratos: También exigen conocer si los planos del futuro circuito han sido aprobados por las autoridades internacionales que homologan las pistas de competición. Además, solicitan detalles del contrato firmado con la empresa a cargo de la organización del MotoGP, evento internacional que motivó en gran parte estas reformas.
Preocupación por el futuro del automovilismo zonal
En los fundamentos de la iniciativa, los legisladores expresaron su preocupación por el impacto de las reformas en el automovilismo a nivel local y zonal. Según el texto, las modificaciones proyectadas en el trazado de la pista “no contemplan todas las variantes actualmente utilizadas por otras categorías de rango zonal”, lo que podría llevar a la pérdida del único escenario de referencia para estas competencias en la Ciudad.
Además, señalaron que la reducción de la actividad del autódromo, al quedar limitado a categorías internacionales o de élite, “afectaría el desarrollo del automovilismo argentino en sus niveles de base”. Esto, según el proyecto, no solo impactaría en lo deportivo, sino que también provocaría una “merma sustancial de ingresos” para el autódromo, que actualmente percibe millones de pesos por cada fin de semana de actividad zonal.
