La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sancionó una serie de modificaciones al Código Contravencional y de Faltas en la que endureció las sanciones por maltrato animal. La medida, impulsada por el diputado Emmanuel Ferrario de Volver al Futuro (VF), busca establecer un control más estricto y penas más severas para quienes cometan actos de crueldad contra los animales.
Las nuevas disposiciones incorporan multas de hasta $8 millones, un aumento en los días de trabajo comunitario y, en casos de mayor gravedad, la posibilidad de arresto para aquellos que hostiguen, abandonen o mantengan a los mascotas en condiciones inadecuadas.
Una de las novedades más destacadas es la creación del Registro de Maltratadores de Animales. Las personas condenadas por abandono, menoscabo o cría ilegal serán inhabilitadas para convivir o trabajar con animales. Además, el texto establece nuevas contravenciones, como el abandono de animales en vehículos y la cría ilegal, buscando abarcar un espectro más amplio de conductas perjudiciales.
“Nuestro compromiso es claro: que en la Ciudad no haya lugar para el maltrato animal. Con penas más duras y la creación del Registro de Maltratadores estamos dando un primer paso por el bienestar animal. Falta mucho más”, expresó el diputado Ferrario tras la aprobación.
Lo recaudado por las multas será destinado a políticas y programas de bienestar animal del Gobierno de la Ciudad, fortaleciendo así la implementación de iniciativas para la protección y cuidado de las mascotas.
El proyecto también incluye una Ley de Bienestar Integral de los Animales de Compañía, la regulación de caniles y la habilitación para viajar con animales en el transporte público. Estas iniciativas complementarias tienen como objetivo mejorar la tenencia responsable y construir un modelo de convivencia más respetuoso en una ciudad donde se estima que viven aproximadamente 860,000 perros y gatos.
El endurecimiento de la ley responde a una necesidad urgente, ya que en los últimos cuatro años se han registrado 12,000 casos de maltrato y criaderos ilegales, evidenciando la magnitud del problema y la importancia de contar con un marco legal más riguroso.
