Ubicada en el Pasaje San Lorenzo 380, la que es considerada la casa más angosta de Buenos Aires (con apenas 3,27 metros de ancho), es famosa por el mito de haber sido el hogar de un esclavo liberado. Sin embargo, investigaciones históricas y arquitectónicas revelan que su diminuto tamaño se debe a sucesivas divisiones de terreno y que la leyenda, popularizada en el siglo XX, no tiene sustento documental.
El Pasaje San Lorenzo en San Telmo alberga una de las construcciones más curiosas y fotografiadas de Buenos Aires: la Casa Mínima. Con una fachada de solo 3,27 metros de ancho (algunas fuentes indican 2,50 metros) y 13 metros de profundidad, esta vivienda de la segunda década del siglo XIX ha capturado la imaginación porteña, siendo conocida como la “Casa del esclavo liberto”.
El Mito que Cautivó a Buenos Aires
Durante mucho tiempo, la Casa Mínima fue asociada a una historia romántica: se creía que un amo, tras la abolición de la esclavitud, había cedido esta diminuta porción de terreno a su esclavo para que construyera su primer hogar como hombre libre.
Este relato, que tuvo gran eco en guías turísticas y artículos periodísticos a partir de la década de 1980, convirtió a la casa en un referente histórico y turístico de la Ciudad. Incluso figuras como Jorge Luis Borges se fotografiaron junto a ella.
La Realidad Detrás del Diseño Angosto
A pesar del encanto de la leyenda, la investigación histórica y arquitectónica sugiere que el origen de la Casa Mínima es menos novelesco.
- Resultado de una Subdivisión: El arquitecto José María Peña, director del Museo de la Ciudad, y otras investigaciones, postulan que el terreno de la Casa Mínima fue el espacio residual que quedó tras las sucesivas reformas y divisiones de un lote mucho más grande (que llegó a medir 16 metros de frente), propiedad de la familia Peña.
- Sin Pruebas Documentales: Los historiadores y arqueólogos, tras revisar documentos testamentarios del siglo XIX, no encontraron pruebas que confirmen la existencia de viviendas tan pequeñas construidas específicamente por antiguos amos para sus esclavos libertos en Buenos Aires. De hecho, la esclavitud en Argentina no fue abolida hasta 1853, no en 1813 como sugiere una de las versiones del mito.
- Uso Post-Independencia: La zona, cercana al arroyo Tercero del Sur, era conocida por ser inundable y fue un área de “barracas” (almacenes de cueros) propiedad de la familia Peña. Aunque los documentos confirman que un dueño, Don Andrés de la Peña, liberó a su esclava Josefa en 1822, no le cedió el terreno, lo que desmiente la base de la leyenda.
La Casa Hoy
Más allá de su origen, la Casa Mínima sobrevive como la única construcción de este tipo en la Ciudad. Mantiene su fachada sencilla con una puerta de dos hojas pintadas de verde y un pequeño balcón en la planta alta.
En la década de 1990, la propiedad fue adquirida por el director de El Zanjón Granados, el complejo arqueológico subterráneo de San Telmo, sumándose así al patrimonio histórico del barrio.
