Según el INDEC, la pobreza retrocedió 6,5 puntos porcentuales respecto al segundo semestre de 2024, es decir, lo que equivale a 15 millones de personas. Sin embargo, varios especialistas advierten que la mejora se debe a factores metodológicos, como una Canasta Básica desactualizada que subestima el gasto en servicios: un elemento clave que se incrementó en porcentajes muy elevados desde la asunción del presidente Javier Milei.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que en el primer semestre de 2025, el 31,6% de las personas en Argentina se encontraba por debajo de la línea de pobreza. Dentro de este grupo, la indigencia (pobreza extrema) alcanzó al 6,9% de las personas, unas 3,3 millones de habitantes.

Las estadísticas oficiales indican un descenso significativo respecto a los picos de pobreza registrados en 2024. Específicamente, la pobreza cayó 6,5 puntos porcentuales (p.p.) frente al segundo semestre de 2024 (que fue del 38,1%), y la indigencia se redujo 1,3 p.p. (desde el 8,2%).

A pesar de la baja, los valores se mantienen similares a los observados a fines de 2018. La Canasta Básica Total (CBT), el límite de ingresos para no ser pobre, se ubicó en $1.065.691 para un hogar promedio, mientras que la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que marca la línea de indigencia, fue de $452.742.


Críticas de especialistas: la canasta está desactualizada

Diversos centros de estudios y especialistas pusieron en duda la magnitud del descenso, alertando que la cifra oficial podría estar sobrerrepresentando el alivio social debido a fallas metodológicas en la medición.

  • Canastas Desactualizadas: Tanto el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) como el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA señalan que el INDEC continúa utilizando la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo) 2004/05 para calcular la Canasta Básica. Esta ENGHo antigua subestima el gasto destinado a servicios (como tarifas y transporte), cuyos precios han aumentado muy por encima del rubro alimentos. Al subestimar el costo de vida, el límite de la pobreza se reduce, haciendo que una mayor cantidad de hogares aparezca formalmente por encima de la línea.
  • Mejora de Ingresos Cuestionada: Agustina Haimovich (Ipypp) indicó que la magnitud de la mejora en los ingresos laborales relevados por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) es llamativa, ya que en el mismo período se observó una caída del empleo formal en favor de la informalidad y las ocupaciones precarias.

Desde el Observatorio de la UCA señalaron que, si bien se observan algunas mejoras, el INDEC debería acelerar la actualización de las canastas para transparentar el verdadero impacto sobre las series históricas.


La realidad social sin correlato en las estadísticas

Dirigentes sociales también manifestaron su desconfianza en los datos. Rafael Klejzer del Movimiento Popular La Dignidad, afirmó: “Da la sensación de que no se está midiendo bien la pobreza. Si baja la pobreza, debería bajar la gente que va a los comedores, pero eso no ocurre”.

Según el referente, las listas de espera para acceder a comedores se han multiplicado por dos en CABA y por tres en la provincia de Buenos Aires. Además, advirtió sobre la incorporación de un nuevo universo de usuarios a los comedores, incluyendo a jubilados y jubiladas, incluso en barrios de clase media que tradicionalmente no contaban con esta problemática, como Villa Crespo o Boedo.

Por su parte, trabajadores de ATE-Indec también advirtieron públicamente que la “relativa y precaria mejora en el indicador de pobreza no tiene un correlato en una mejora general de los indicadores del mercado de trabajo, ni en un crecimiento de la economía”.

Los datos del INDEC también revelan que la pobreza sigue golpeando más fuerte en el Norte del país, con la mayor incidencia de personas pobres en las regiones Noreste (NEA) con 39% y Cuyo con 33,8%. Las menores tasas se registraron en la Patagonia (27%).