En el barrio porteño de Flores (Comuna 7) hay un pasaje de una cuadra que representa a una buena parte de la cultura coreana. Se llama Ruperto Godoy Cruz, abre su entrada en la calle Vallese a metros del cruce con Helguera. Asimismo, de distancia unas 5 cuadras de avenida Avellaneda y Nazca. El particular tramo se destaca por la autóctona, bares con karaoke, cafés y, entre otros elementos referidos al país asiáco, arte callejero en el que pueden verse la figura de algún artista de K-pop.

El pasaje Ruperto Godoy no aparece por casualidad, en rigor, la comunidad coreana llegó a esa zona porteña en la década del 50. De hecho, los primeros asjáticos en llegar montaron sus propias fábricas. La mayoría se radicó en la avenida Carabobo, cerca de la Villa 1-11-14.

El pasake es como un universo propio, que tiene sus leyes, su onda, su estilo y que obviamente domina la cultura coreana, pero como aggiornada también al mismo tiempo, En sus casi 100 metros (en realidad no alcanza esa longitud) hay también restaurantes de sushi, pese a que es propio de la cultura japonesa y también de ramen.

Otra de sus particularidades que el cartel donde se anuncia la altura, la comuna, debajo de su nombre, que es Ruperto Godoy, aparece repetido pero en el alfabeto del país asiático: en hangul. En la variedad de locales gastronómicos regionales, se destaca la clásica parrillada surcoreana, en la que la carne es cocinada por los clientes ahí in situ.

Asimismo, hay muchos locales a puertas cerradas y un karaoke ideal para ir con amigos. Se puede cantar desde los clásicos del rock argentino hasta las más recientes canciones del K-pop (pop coreano). Zona ideal para comer pescados, también para tomar té o café.

Un recorrido ineludible si vas a esta zona de Flores para conocer otras culturas.