Según el testimonio de varias empresas fumigadoras, la presencia de ratas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no para de incrementarse desde 2021. Algunas de ellas hablan de un aumento del 90% en los últimos dos años, mientras que otras aseguran que los llamados de los vecinos pasaron de dos a 30 en una misma semana en los últimos cuatro años. Unas de las causas que se destacan respecto de la proliferación de los roedores es la mala recolección de basura y su abundancia en las calles, los ambientes con desórdenes ambientales y, entre otros, falta de implementación de medidas preventivas.
“Desde 2023 hubo incrementos del 50% año a año hasta llegar a un 90% de aumento en 2025. Recibimos entre 25 y 30 llamadas por semana”, le aseguró la empresa de Antiplaga Norte, al diario La Nación. En el mismo sentido, informó Fumi.maa, ubicada en Floresta, que las consultas desde 2021 no pararon de crecer. “Ese año tenían dos llamados semanales de casas particulares o negocios; en 2022 se incrementó a cinco; en 2023 de ocho a 10; durante 2024 ese número se duplicó y este año se triplicó a casi 30 consultas“, aseguraron.
En CABA, las zonas más críticas son Villa Soldati, Puerto Madero, Constitución, Centro, Once, Liniers, Flores y Caballito. Mientras que en Palermo, Belgrano (el Barrio Chino es un foco importante), Núñez, Almagro y Monserrat, es una plaga un tanto más controlada.
Asimismo, la empresa Fumigaciones Baires, de Villa Urquiza, adviertió que el AMBA está “a 25% de ser Nueva York”, una de las ciudades con más ratas a nivel mundial, donde incluso se creó el puesto de director de mitigación de roedores. “Estamos cerca de serlo”, aseguran también desde la compañía Antiplaga Norte. “Desde el Covid-19 se dejó de desratizar por el vacío en las ciudades y no se retomó nunca”, aseguraron a La Nación desde Fumi,maa.
Con todo, el gobierno porteño asegura que lleva realizados más de 60.028 operativos de desratización a lo largo del año en la vía pública, espacios verdes y dependencias gubernamentales. No obstante, prometieron que redoblarán esfuerzos. “El plan consta de tres partes: el diagnóstico de las instalaciones o el lugar a intervenir, implementación de medidas preventivas para el ingreso y anidamiento de plagas y el control químico”, indicaron.
