Fernando Ghio, el fundador del mítico Bar Oviedo, será homenajeado con una placa conmemorativa que reconoce su rol como impulsor cultural y social en Mataderos. La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires aprobó en el -considerado- bar notable, ubicado sobre la Avenida Lisandro de la Torre 2407. Entre los lugareños han hecho correr la historia que en el espacio, nacido en 1900, entre sus mágicos recovecos se sentó Carlos Gardel. Aunque no fue la única celebridad que estuvo entre sus mesas.
La iniciativa arrancó con el proyecto de resolución impulsado por el Foro de la Memoria del barrio, presidido por la Museóloga Zulema de Chaure, y elevado al Parlamento por la diputada por Unión por la Patria María Magdalena Tiesso.
Fernando Ghio nació el 3 de diciembre de 1880 en Génova, Italia. Llegó a Buenos Aires con su familia en 1885 y se instaló en un primer momento en La Boca, para luego trasladarse a Mataderos, zona que estaba en pleno desarrollo por causa de la industria de la carne.
Este italiano interesado por las ideas socialistas que, consecuentemente, se decidó a la política desde muy joven, adquirió el almacén de ramos generales ubicado en la intersección de San Fernando y Nueva Chicago (hoy Avenida Lisandro de la Torre y Avenida de los Corrales respectivamente), y en 1910, le compró el negocio al Banco Tornquist y lo transformó en un bar cultural.
Pero además, inspirado por sus ideales, fundó el ”Centro de Sección Primera Nuevos Mataderos” del Partido Socialista y el periódico El Ciclón -que después se llamó Nueva Era, apoyó el movimiento del Teatro Vocacional, impulsó la creación de sociedades de fomento, presidió el Congreso Nacional de estas entidades en 1917 y hasta fue el primer mandatario del Club Atlético Nueva Chicago en distintas etapas, con varios éxitos deportivos para la institución.
Y durante su tiempo como concejal metropolitano (1932-1935), gestionó la instalación de la estatua del Resero, símbolo representativo del barrio, y en 1933 impulsó la creación del Museo Municipal de Bellas Artes y Artes Aplicadas, hoy Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori, especializado en arte argentino.
En el ámbito legislativo, impulsó varias ordenanzas, entre las cuales se destacan la estabilidad del personal de la administración municipal, la designación de la calle Juan B. Justo, la pavimentación de diversas calles y la creación de un muelle de pescadores en la Costanera.
“Fernando Ghio fue un miembro activo de la sociedad de Mataderos, y su legado perdura como uno de los más destacados en la historia del barrio. Su labor política, social y cultural sigue siendo un referente de compromiso con el progreso y la justicia social. Es por todo lo ya expuesto y porque creemos en el invaluable aporte histórico y cultural de este funcionario a la Ciudad de Buenos Aires, solicito a este cuerpo el acompañamiento y la aprobación del presente proyecto de declaración”, concluyen los fundamentos de la iniciativa.
