Fundada en 1785 bajo el Virreinato del Río de la Plata, la actual Librería de Ávila es considerada la más antigua de América y, según algunas investigaciones, del planeta. Este histórico edificio, situado en Monserrat, que sobrevivió a la quiebra y al riesgo de convertirse en un local de comida rápida, fue el punto de encuentro de los revolucionarios de 1810, convirtiéndose en un eslabón fundamental en la historia argentina.


Esta joya cultural, una más entre las tantas de la Ciudad, se ubica en la esquina de Alsina y Bolívar. Originalmente conocida como “La Botica” y luego como la “Librería del Colegio” (por su ubicación frente al Colegio Nacional de Buenos Aires), su relevancia trasciende la venta de libros.

Cuna de la Revolución y refugio de patriotas

Ubicada estratégicamente frente al Colegio Mayor de San Ignacio y a pocos metros de la Plaza Mayor, la librería fue un centro neurálgico en la conformación de la nación.

El lugar se convirtió en el punto de encuentro y refugio de los jóvenes revolucionarios de Mayo de 1810. Figuras clave como Manuel Belgrano, Juan José Castelli, Mariano Moreno y Juan José Paso eran clientes habituales. Acudían allí para conseguir los libros traídos de Francia que difundían el pensamiento vivo de la Revolución Francesa, sentando las bases ideológicas para la independencia argentina.

A lo largo de los siglos XIX y XX, la librería mantuvo su prestigio y fue visitada por presidentes como Bartolomé Mitre, Domingo Sarmiento y Nicolás Avellaneda, y por figuras literarias de la talla de Jorge Luis Borges, Roberto Arlt y Leopoldo Lugones.

El rescate del monseñor Bergoglio

Pese a su trascendencia, el siglo XX trajo consigo un período oscuro: la librería quebró y su inventario fue rematado en la década del 80. El edificio, propiedad del Arzobispado, cerró sus puertas por ocho años y estuvo a punto de convertirse en un local de comida rápida.

Fue el librero Miguel Ávila quien, al enterarse del inminente cambio de destino, intervino para salvar el patrimonio cultural. Ávila adquirió el lugar en 1994 —después de que el entonces monseñor Jorge Bergoglio (luego Papa Francisco) participara en las negociaciones para rescindir el precontrato con la cadena de hamburguesas— y la bautizó con su apellido.

Tesoros y novedades Históricas

Hoy, la Librería de Ávila funciona como un espacio especializado en tesoros bibliográficos y documentos únicos, albergando desde ediciones del Quijote en chino y antiguas gramáticas españolas, hasta un bando de Manuel de Sarratea de 1819.

El local, que fue reconstruido en 1926 con un estilo ecléctico, conserva la atmósfera de antaño y sigue siendo un punto de referencia para los amantes de la historia argentina y la cultura en la Ciudad.