A sus 94 años, el dirigente que presenció la fundación del Partido Laborista en 1945 sigue activo en la política. Basualdo fue la pieza clave que utilizó Agustín Lanusse para dialogar directamente con Juan Domingo Perón en Madrid y concretar su vuelta a la Argentina tras 17 años de exilio.

Enrique Basualdo, presidente del Partido Laborista en la Ciudad de Buenos Aires, es uno de los últimos testigos vivientes de la gesta fundacional del peronismo. Con 94 años, el dirigente no solo participó del histórico 17 de octubre de 1945 con solo 15 años, sino que se convirtió en un interlocutor fundamental para el líder en el exilio.

La pasión por la política le llegó de chico: “La política a mi me interesó de chico. De hecho, me encantaba acompañarlo a mi viejo a las asambleas, sobre todo porque siempre terminaban a las trompadas”, evoca Basualdo. A la semana del 17 de Octubre, se involucró en la conformación del Partido Laborista, la plataforma con la que Perón triunfó en 1946.


La negociación clave para el retorno de 1972

El momento que selló su lugar en la historia ocurrió a principios de los años 70. Basualdo, entonces presidente del Partido Laborista (cargo que ganó al enfrentar a Cipriano Reyes), viajaba con frecuencia a Puerta de Hierro, la residencia de Perón en Madrid. Por su cercanía, el presidente de facto Agustín Lanusse lo buscó para establecer un contacto directo.

“Me dijo: ‘Lo llamo porque usted es el oído de Perón, quiero saber cuáles son sus condiciones. La intención es que regrese al país'”, relató Basualdo ante Pablo Seoane, nuestro editor.

La reunión cumbre se selló con una llamada desde Buenos Aires a Madrid. Lanusse puso al General al teléfono y, según el recuerdo de Basualdo, su secretario le advirtió: “Si esto dura 5 minutos fracasamos, pero si los pasan, se acaba el problema y lo tenés acá a Perón en el país”. La conversación duró 25 minutos y abrió el camino para el regreso de Perón en noviembre de 1972. Meses después, Basualdo recordaría el breve pero emotivo encuentro con el líder en el avión: “Me dice ‘un sueño Basualdo, lo que está pasando, un sueño'”.


Una vida marcada por la militancia

La trayectoria de Basualdo estuvo marcada por la perseverancia y el riesgo:

  • Superviviente: Se salvó por poco del bombardeo de la Plaza de Mayo en 1955, en un día en que casualmente se dirigía a una reunión de gobierno.
  • Resistencia: Fue detenido durante el golpe cívico-militar de 1976, donde fue vendado y trasladado a Campo de Mayo.
  • Actualidad: A pesar de su edad, Basualdo sigue activo presidiendo el Partido Laborista en CABA, con el objetivo de convertirlo nuevamente en un espacio de alcance nacional.

Como dato de color, el dirigente es técnico aeronáutico, constructor y un fanático hincha de Vélez Sarsfield, además de haberse dedicado al boxeo en su juventud, llegando a ser sparring del campeón mundial Pascual Pérez.