Ubicado donde hoy se encuentra el Parque Thays, el centro de atracciones fue un emblema de Buenos Aires por tres décadas y llegó a ser el más grande de Sudamérica. En 1990, su historia finalizó de forma abrupta tras un accidente fatal en un juego mecánico.
El Italpark, un centro de diversiones que marcó a varias generaciones de porteños, se instaló en el corazón del barrio de Recoleta, en el cruce de las avenidas Callao y Libertador. Durante 30 años, sus 4.500 metros cuadrados fueron el destino predilecto de miles de personas, llegando a albergar a cerca de 10.000 visitantes por día en sus épocas de esplendor.
El origen del ícono (1960-1982)
El parque fue fundado en 1960 por la familia Zanon, inmigrantes italianos que buscaban reconstruir la fábrica de juegos mecánicos “Fratelli Zanon”, destruida durante la Segunda Guerra Mundial.
El Italpark contaba originalmente con 35 juegos electromecánicos importados de Italia, incluyendo los autitos chocadores, el tren fantasma y el Dumbo. Sus dos hitos principales de crecimiento fueron:
- 1980: Se inauguró la Montaña Rusa, que había llegado desde Países Bajos, convirtiéndose en la más alta de Sudamérica.
- 1982: Arribó desde Italia el Matter Horn, una popular calesita de alta velocidad que, años más tarde, sería tristemente protagonista de la tragedia.
Accidentes y el fin abrupto (1978-1990)
La historia del parque estuvo marcada por varios incidentes previos a la tragedia final. El famoso Tren Fantasma se incendió en 1978 por causas desconocidas, aunque fue reconstruido. Una década después, en agosto de 1989, la pista de autos “Súper Monza” se prendió fuego, siendo reparada meses después. En octubre de ese mismo año, el Laberinto del Terror también sufrió un incendio y no fue restaurado.
La tragedia que forzó el cierre
La peor desgracia ocurrió el 29 de julio de 1990. Uno de los carros del juego Matter Horn se desprendió violentamente de su eje mientras giraba a alta velocidad. En el coche viajaba Roxana Alaimo, una adolescente de 15 años, quien murió de forma instantánea tras sufrir un traumatismo de cráneo al impactar contra una barrera protectora. Su amiga, Karina Benítez, resultó gravemente herida.
Tras el trágico suceso, la Justicia ordenó la clausura preventiva del Italpark. Un informe posterior del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) fue lapidario, señalando la fatiga de materiales, la existencia de arreglos improvisados y la carencia de inspecciones adecuadas en la atracción mecánica.
Tres meses después, en noviembre de 1990, un juez levantó la clausura, pero el parque abrió solamente por un fin de semana. La baja concurrencia obligó a sus dueños a tomar la decisión de cerrar el Italpark de manera definitiva. Actualmente, el predio es ocupado por el Parque Thays.
¿Qué fue el Italpark? ¿Por qué está tan arraigado en la memoria colectiva de tanta gente? ¿Cuáles fueron los errores o desidias para que un ícono argentino, un lugar con estatus de culto, termine cerrado y desmantelado? A través de imágenes de archivo, animaciones 3D, entrevistas a antiguos empleados, visitantes, coleccionistas y fanáticos, la película reconstruye la historia de lo que para muchos fue el “Disney argentino”, explorando la influencia cultural y emocional que tuvo en varias generaciones.
El documental que revive el sueño y la tragedia del Italpark
El documental Italpark, dirigido por Juan Carlos Domínguez y estrenado en 2024 en el Bafici, ofrece un nostálgico viaje a través de la memoria colectiva porteña, reviviendo el esplendor y el trágico final del icónico parque de diversiones.
El film explora los 30 años de existencia de este emprendimiento, fundado por los hermanos italianos Zanon en los años 60, que marcó a varias generaciones en Buenos Aires. La película recuerda el famoso jingle de los años 80: “Cuando quieras divertirte de verdad / Cuando quieras disfrutar con emoción / Venite aquí, al Italpark, al Italpark, al Italpaaaaaark”, junto con sus principales atracciones como la Montaña Rusa Corkscrew y el giratorio Matter Horn.
